El resort fue construido en 1995 y renovado por última vez en 2018-2019 conservando el tipo de construcción rústico y típico de la zona pero adaptado a nuestro tiempo. El exterior, rodeado de gran variedad de frutales, castaños centenarios y multitud de senderos sinuosos, refleja la arquitectura característica de los pueblos alpujarreños: casitas blancas de postal. Imprescindibles para completar el conjunto son los típicos tejados llanos con launa, los suelos de barro cocido y las vigas expuestas de madera.

Cada uno de los 53 apartamentos, distribuidos en cuatro plantas, cuenta con su propio baño, chimenea y balcón privado con vistas panorámicas al parque nacional. Además, el complejo consta de piscina interior y exterior de agua salada, gran zona de spa, gimnasio, pista de squash, parque infantil, bar con capacidad de hasta 70 personas, restaurante con salón comedor para unas 190 personas y un gran salón de celebraciones para 200 personas. También dispone de un hall de entrada con ascensor para acceder a las plantas superiores y una gran explanada de aparcamiento privado.

Desde un punto de vista técnico, el hotel se ha mantenido al día con los últimos avances en tecnología: toda la red eléctrica es completamente nueva, de última generación, así como el sistema de calderas de bajas emisiones. En la última reforma, se sustituyeron las puertas, las ventanas y las vallas exteriores, mientras que las cocinas y la piscina interior se remodelaron íntegramente. El propietario actual cuenta con todas las licencias necesarias para su uso hotelero, licencia de actividad e inscripción en el registro de turismo.

Si lo que estás buscando es un complejo hotelero de lujo con todo a punto para que lo pongas en funcionamiento, no lo pienses más y ven a visitarlo.